Las barriadas sociales que se habitaron hace nueve años no paran de expandirse. Familiares de esos vecinos usurpan terrenos linderos y construyen nuevas casas para dejar de vivir hacinados. La convivencia de más de un núcleo familiar bajo el mismo techo es lo que explica en parte este fenómeno de expansión, la necesidad habitacional empujó a muchas familias de jóvenes a dejar sus casas paternas y a construir los “barrios ciudad anexo”. Pero este proceso de expansión no sólo está conformado por vecinos que crecieron en los barrios sociales. Personas provenientes de otros puntos de la ciudad también están construyendo sus casitas en los “anexos”, para encontrarle una respuesta al difícil acceso que tiene la vivienda en la ciudad. Este fenómeno en los barrios ciudad comenzó a darse hace unos dos años. Estos caseríos no cuentan con servicio de agua y energía eléctrica y, en muchos casos, los ranchitos no tienen ni baños. Así, estos vecinos se las ingenian para vivir en la marginalidad de la humildad.
Héctor "Tucu" Acevedo, Secretario de Tierras del Movimiento Evita Córdoba, expresó: “el gobierno provincial no ha dado ninguna respuesta a la grave problemática del acceso a la vivienda en los sectores más humildes o en el sector de trabajadores informales con salarios bajos a quienes les resulta imposible acceder a los beneficios de un crédito hipotecario. No hay ninguna clase de facilidad para que estos compañeros accedan a su vivienda, la vivienda digna se ha convertido en un privilegio más que en un derecho.” y agregó: “Lo único que sí ha hecho el gobierno provincial son experiencias de re localización en barrios que más que barrios son guetos, alejándolos de su ámbito original, donde tenían su vida, su trabajo, su escuela, su cultura, generando así mayor marginalidad”
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