Tal como se les capacitó para realizar esta tarea, al llegar preguntaron por un supervisor para dar aviso que iniciarían el seguimiento ciudadano de acuerdos de precios quien les responde que hablen con el guardia de seguridad. Éste les pregunta por una supuesta credencial que debían exhibir, les pide los nombre, apellido y números de documento, y les informa que habían recibido un listado de personas autorizadas, y que si no estaban acompañados de alguna de las personas del listado, no podían ingresar a tomar un registro de los precios, dichos que son corroborados seguidamente por el supervisor de la sucursal, quien manifiesta no saber quién había enviado ese listado, recibido por mail.
Los compañeros explican que los ampara la Ley Nacional de Defensa al Consumidor, por lo que está dentro del pleno ejercicio de sus derechos el de hacer el seguimiento.
Ante la exposición de los compañeros, se les dice que que no pueden entrar con las remeras del Movimiento Evita pero si como “ciudadanos”, por lo que los compañeros se cubren las remeras y entran al supermercado. Mientras son seguidos por varios empleados, comienzan a tomar el registro, pero se les interrumpe informándoseles que no pueden tomar nota de los precios y se les solicita que se retiren, y acompañándolos hasta la puerta no les permiten más el acceso. El guardia de seguridad les pasa una llamada de teléfono en la que un supuesto supervisor les repite que solo estaban autorizados a anotar los precios, los listados en el misterioso mail. Ante esto, los compañeros solicitan se identifiquen los que actúan como personal de seguridad y digan a qué empresa pertenecen. Les responden que la empresa se llama “L Seguridad” y identificándose el supervisor de dicha empresa con nombre y apellido y el agente de Seguridad sólo con el nombre, pese a haber requerido de los dos militantes todos los datos. El encargado de la Sucursal del Disco se identifica con todos sus datos, quien es el mismo que mando a los guardias a sacar a los pibes. El supervisor de seguridad les dice que son órdenes de Jumbo y que dirijan sus quejas allí. Luego cierran las puertas a los militantes, a pesar de que dejaban ingresar a clientes, cerrando inmediatamente para que ellos no pudieran ingresar.
Ante este estado de las cosas, y evitando generar una situación más difícil, deciden retirarse. Cabe aclarar, que mientras el guardia se burlaba de ellos tras el vidrio, muchos clientes apoyaron a los jóvenes militantes, y les pedían que insistieran, repudiando expresamente el accionar del personal del Disco.
Tomando conocimiento de lo ocurrido, Martín Apaz, miembro de la Mesa Ejecutiva del Movimiento Evita Cordoba, y responsable de la Campaña Mirar Para Cuidar, expresó: “Nuestra organización va a presentar el día lunes dos denuncias. Una en el INADI por discriminación política ya que no permitieron el ingreso a los militantes con las remeras de su organización. También haremos la denuncia correspondiente ante la Secretaría de Comercio Interior sobre el impedimento de registrar los precios.
Por todo lo ocurrido, agregó, convocamos el día lunes a la prensa, a las 10.30 hs. a la misma sucursal donde ocurrieron estos hechos, ubicada en calle Jerónimo Luis de Cabrera al 500 en Barrio Cofico para que se presenten con los compañeros y reafirmen sus dichos, y se les permita el ingreso y registro de los precios conforme a derecho, acompañados de los periodistas, para que reafirmen esta situación atípica y acompañen a los jóvenes militantes en esta tarea que solo tiene como fin cuidar el bolsillo de los cordobeses y cordobesas.”, concluyó.
Más información: 0351-156516077 y 0351-15201878
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